Es habitual su utilización en trabajos de calidad que requieren un acabado especial y una mayor durabilidad. Existen dos tipos de plastificados, brillo y mate, siendo el plastificado mate recomendable en combinación con barnices UV brillo y el plastificado brillo cuando no queremos perder la intensidad de colores directos metálicos. Una única excepción, los plastificados no deben aplicarse al interior de las portadas de libros y publicaciones, ya que será muy probable que las cubiertas se despeguen.