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El Diario Vasco publica una interesante entrevista a nuestro Director Joaquín Berakoetxea.

Todos hemos tenido alguna vez entre las manos un libro, un panfleto o cualquier escrito en papel. No obstante, pocos conocerán realmente cuál es el proceso que hay que seguir para su impresión. Algunos de estos trabajos pueden resultar sencillos, como los referidos únicamente a textos en negro para los cuales una fotocopiadora resulta suficiente, pero otros casos necesitan de una maquinaria muy avanzada y una gran labor de personal detrás. Hay que calibrar bien los márgenes, definir correctamente los colores y el plastificado, entre otros factores. Obtener el resultado esperado puede conllevar muchas pruebas. Joaquín Berakoetxea conoce bien todo lo que esto conlleva al frente de Centro Gráfico Ganboa.

– El sector de la industria gráfica ha cambiado mucho en los últimos años.

– La tecnología ha avanzado considerablemente en este negocio. Antiguamente, se realizaban los trabajos con plomo, luego pasamos a la era de los fotolitos, en la que había que colocar una película sobre la plancha que se quería imprimir; y ahora nos encontramos en el mundo digital. Actualmente, el envío de documentos se hace vía internet, aquí nos los descargamos y, tras analizar que todo se encuentra en orden, los mandamos del ordenador al CTP (Computer to play) que los revela automáticamente, siempre mediante supervisión.

– Ganboa únicamente se dedica a la impresión en papel, ¿cómo les ha afectado la aparición del mundo digital?

– Las industrias gráficas offset hemos notado como la aparición de tecnologías como el e-book nos han restado mercado. No obstante, se ha demostrado que la publicidad impresa tiene mayor impacto que la online. Entonces, la mayoría de las empresas tiene su catálogo en su página web, para también la quieren en papel.

– ¿Cuál es el mayor reto al que se ha enfrentado Ganboa?

– No puedo citar uno en concreto. Tenemos clientes que te solicitan trabajos muy especiales. Nuestro reto es el día a día, ya que siempre debemos cumplir los plazos que nos exigen. Gracias a la maquinaria de última tecnología y a tener todos los procesos incorporados dentro de la empresa, hemos conseguido reducir los tiempos de producción y suministro.

– ¿Pero tendrá algunos trabajos que recuerde más?

– Hace poco, hemos impreso unos libros sobre Eduardo Chillida, que nos supone un orgullo por ser de un reconocido escultor donostiarra y porque tenemos mucha relación con la familia.

– Habrá que realizar grandes inversiones para disponer de maquinaria puntera.

– En este negocio hay que ir evolucionando. Ganboa comenzó siendo una compañía pequeña y nos hemos caracterizado por realizar inversiones constantemente. En 2009, con el inicio de la crisis, destinamos mucho dinero para adquirir una máquina de impresión de ocho colores de última tecnología. Al poco, compramos otras para la encuadernación y recientemente hemos incorporado un segundo CTP para agilizar todavía más el departamento de preimpresión.

– ¿Cómo consiguen amortizar esas adquisiciones?

– Trabajando a tres turnos y ampliando nuestro mercado. Únicamente con vender en Gipuzkoa no bastaba, por lo que nos hemos ido expandiendo. En estos momentos, alrededor del 50% de nuestra facturación se encuentra en el exterior, principalmente en Francia, pero también en Irlanda, Suiza o Marruecos. Además, nos hemos abierto a todos los sectores que están a nuestro alcance, como editoriales, agencias de publicidad, usuarios directos o libros de texto.

– Arriesgaron en momentos de crisis…

– Esta situación económica adversa nos ha servido a todos los empresarios para evolucionar y reinventarnos. Nos ha llevado a optimizar recursos y a mejorar nuestra agudeza mental. En nuestro caso, estas inversiones nos podrían haber llevado a una situación muy complicada, pero creo que el haber apostado por la compra de maquinaria ha sido uno de los factores que nos ha diferenciado en el mercado. Cada uno juega sus bazas y las que nosotros hemos puesto en práctica no han ayudado a crecer.

– ¿Diría que la crisis ha llegado a su conclusión?

– Los empresarios hemos notado que esa caída libre ya ha parado. Ahora, el mercado se está autorregulando y hay que ir poco a poco hacia arriba hasta llegar a una consolidación.

– Ganboa tiene como eslogan ‘Impresores por naturaleza’, ¿a qué se debe?

– Se trata de un juego de palabras. Nosotros nos dedicamos a la impresión, pero también nos preocupa mucho el medio ambiente y lo demostramos con los certificados PEFC, FSC y la ISO 14.001, así como el uso de productos no contaminantes. El sector de la papelería tiene mala prensa por la tala de árboles, pero es el más concienciado con la reforestación.

– ¿Qué le ha llevado a dirigir esta compañía?

– Esta profesión me viene de familia, dado que mi padre también fue impresor. Hace 20 años, mi socio, Javier Prior, recientemente jubilado, y yo nos decidimos a montar Ganboa.

– ¿Cuál es su día a día en Centro Gráfico Ganboa?

– Siempre digo que un director gerente es como un entrenador de cualquier equipo deportivo y uno de nuestros éxitos ha sido contar con una plantilla profesional y responsable. Me dedico a controlar y comprobar que todos los departamentos funcionan adecuadamente. Otra de mis funciones, y muy importante, es prever qué va a pasar a corto y medio plazo para tomar decisiones estratégicas.

– ¿Qué relación mantiene con los empleados?

– Me gusta repartir responsabilidades y dejar trabajar para que la gente sienta la empresa. Me esfuerzo porque haya un trato próximo y no estemos en una empresa muy jerárquica. Por otro lado, aprecio mucho la nueva cultura de empresa difundida por Adegi, que hace hincapié en la importancia de que se produzca una cercanía entre empleados y directivos.

– En su empresa colaboran con el deporte guipuzcoano…

– Llevamos mucho tiempo apoyando al Gipuzkoa Basket y a la Fundación Real Sociedad. Nos sentimos identificados con los valores del deporte y entendemos que se trata de otra forma de colaborar con la sociedad.

– ¿Así que el ejercicio será una de sus vías para desconectar?

– El deporte es la mejor manera para desestresarte. Cuando era joven entrenaba a hockey hierba, pero lo dejé y ahora busco huecos en la agenda para correr, hacer ciclismo o spinning. También me gusta estar tranquilo en casa y disfrutar de la familia y de los amigos para dejar a un lado el trabajo.